martes, 28 de julio de 2009

miércoles, 1 de julio de 2009

FALSOS ARREPENTIMIENTOS - CHARLES SPURGEON

“Consideraremos ciertos FALSOS ARREPENTIMIENTOS. Voy a comenzar haciendo esta observación: que espantarse bajo el sonido del Evangelio no es “arrepentimiento.” Hay muchas personas que cuando oyen un fiel sermón evangélico, permanecen agitadas y conmovidas. Mediante un cierto poder que acompaña a la Palabra, Dios da testimonio de que se trata de Su propia Palabra, y provoca en aquellos que la oyen un cierto temblor involuntario.
He visto a algunas personas, -cuando las verdades de la Escritura han resonado desde este púlpito- cuyas rodillas han temblado chocando entre sí, cuyos ojos han derramado lágrimas como si hubiesen sido fuentes de agua. He sido testigo de la profunda depresión de su espíritu, cuando -según me han dicho algunos de ellos- fueron sacudidos hasta el punto de no saber cómo soportar el sonido de la voz, pues era semejante a la terrible trompeta del Sinaí, tronando únicamente su destrucción.
Queridos lectores, ustedes podrían estar sumamente turbados bajo la predicación del Evangelio, y, sin embargo, podrían no tener ese “arrepentimiento para vida.” Ustedes podrían saber lo que es estar muy seria y profundamente afectados cuando asisten a la casa de Dios, y sin embargo, podrían ser pecadores endurecidos.
Permítanme confirmar esta observación mediante un ejemplo: Pablo compareció ante Félix con sus manos encadenadas, y cuando disertaba acerca de “la justicia, del dominio propio y del juicio venidero,” está escrito que “Félix se espantó,” y, sin embargo, por buscar dilaciones, Félix se encuentra en la perdición, en medio del resto de personas que han dicho: “prosigue tu camino por esta vez; cuando encuentre un tiempo adecuado te buscaré.”
Hay muchas personas que no pueden asistir a la casa de Dios sin alarmarse; ustedes saben lo que es estar espantados ante el pensamiento de que Dios los castigará; puede ser que con frecuencia hayan sido inducidos a una emoción sincera bajo la influencia del ministro de Dios; pero, permítanme decirles que, a pesar de todo, podrían ser desechados porque no se han arrepentido de sus pecados ni se han vuelto a Dios.
Peor aún. Es muy posible que no solamente se espanten ante la Palabra de Dios, sino que podrían volverse Agripas amigables, y estar “por poco persuadidos” a volverse a Jesucristo, y, sin embargo, no tener ningún “arrepentimiento”; podrían ir más allá y llegar a desear el Evangelio; podrían decir: “¡Oh!, este Evangelio es algo tan bueno, que yo quisiera recibirlo. Asegura tanta felicidad aquí y tanto gozo en el más allá, que quisiera poder llamarlo mío.” ¡Oh, es bueno oír de esta manera esta voz de Dios! Pero podrían quedarse tranquilos, y, mientras algún texto poderoso es predicado adecuadamente, podrían decirse: “creo que es verdad”; pero tiene que entrar en el corazón antes de que puedan arrepentirse. Puedes incluso caer de rodillas en oración y puedes pedir con labios aterrados que esto sea de bendición para tu alma; y, después de todo, podría ser que no fueras un hijo de Dios. Podrías decir como Agripa le dijo a Pablo: “Por poco me persuades a ser cristiano”; sin embargo, igual que Agripa, podrías no pasar más allá del “por poco.” Agripa estaba “casi persuadido a ser cristiano,” pero no “plenamente convencido.”
Ahora, cuántos de ustedes han estado “por poco persuadidos” y, sin embargo, no están realmente en el camino a la vida eterna. Cuán a menudo la convicción los ha conducido a caer de rodillas y “por poco” se han arrepentido, pero han permanecido allí, sin arrepentirse realmente.
¿Ven aquel cadáver? Murió recientemente. Todavía no ha adquirido la lividez mortal, su color se semeja todavía a la vida. Su mano está tibia todavía; podría pensarse que está vivo, y casi pareciera respirar. Todo está íntegro: el gusano escasamente lo ha tocado; la descomposición escasamente se ha presentado; no hay ningún olor fétido. Sin embargo, la vida se ha ido; no hay ninguna vida allí.
Lo mismo sucede con ustedes: por poco están vivos; por poco tienen cada órgano externo de la religión que tiene el cristiano; pero no tienen vida. Podrían tener un arrepentimiento, pero no el arrepentimiento sincero. ¡Oh, hipócrita! Te advierto el día de hoy, que no solamente podrías sentir espanto sino hasta una complacencia por la Palabra de Dios, y, sin embargo, después de todo, no tener “arrepentimiento para vida”. Todavía podrían hundirse en el pozo del abismo, y escuchar que se diga: “Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.”
Pero, además, es todavía posible que los hombres progresen inclusive más allá de esto, y que positivamente se humillen bajo la mano de Dios, pero que sean completos extraños al arrepentimiento. Su bondad no es como la nube mañanera y el rocío temprano que se desvanecen, sino que después que escuchan el sermón, regresan a casa y realizan lo que ellos conciben que es la obra del arrepentimiento, es decir, renuncian a ciertos vicios y necedades, se visten de cilicio y sus lágrimas se derraman muy abundantemente por causa de lo que han hecho; se lamentan delante de Dios; y, sin embargo, con todo eso, su arrepentimiento no es sino un arrepentimiento pasajero, y regresan otra vez a sus pecados.
¿Acaso niegan que exista tal penitencia? Permítanme contarles un caso. Un cierto hombre llamado Acab codiciaba la viña de su vecino Nabot, que se rehusaba a venderla a cualquier precio ni hacer un intercambio. Acab consultó con su esposa Jezabel, que urdió el plan de matar a Nabot para que el rey se apropiara de la viña. Después que Nabot murió, y Acab hubo tomado posesión de la viña, el siervo del Señor se reunió con Acab y le dijo: “¿No mataste, y también has despojado?. . .Así ha dicho Jehová: En el mismo lugar donde lamieron los perros la sangre de Nabot, los perros lamerán también tu sangre, tu misma sangre. . . .He aquí yo traigo mal sobre ti, y barreré tu posteridad.” Leemos que Acab se fue y anduvo humillado; y el Señor dijo: “Pues por cuanto se ha humillado delante de mí, no traeré el mal en sus días.”
Él le había concedido una suerte de misericordia; pero leemos a continuación, en el siguiente capítulo, que Acab se rebeló, y en una batalla en Ramot de Galaad, de conformidad al siervo del Señor, fue muerto allí; así que “los perros lamieron su sangre” exactamente en la viña de Nabot.
Ustedes también, les digo, podrían andar humillados delante de Dios por un tiempo, y, sin embargo, podrían seguir siendo los esclavos de sus transgresiones. Ustedes tienen miedo de la condenación, pero no tienen miedo de pecar: tienen miedo del infierno, pero no le temen a sus iniquidades; tienen miedo de ser arrojados al pozo, pero no temen endurecer sus corazones contra Sus mandamientos.
¿No es verdad, oh pecador, que le tienes pavor al infierno? No es el estado de tu alma el que te turba, sino el infierno. Si el infierno fuera extinguido, tu arrepentimiento se extinguiría; si los terrores que te esperan fuesen eliminados, pecarías más pérfidamente que antes, y tu alma se endurecería, y se rebelaría contra su soberano.
No se engañen, hermanos míos, en este punto; examínense para comprobar si andan en fe; pregúntense si tienen el “arrepentimiento para vida”; pues podrían andar humillados por un tiempo, y, sin embargo, no arrepentirse nunca delante de Dios.
Muchos avanzan más allá de esto, y, sin embargo, están destituidos de la gracia. Podría ser posible que confieses tus pecados sin arrepentirte. Podrías acercarte a Dios, y decirle que eres un miserable; podrías enumerar una larga lista de tus transgresiones y de los pecados que has cometido, sin un sentido de la horripilación de tu culpa, sin una sola chispa de odio real a tus acciones.
Podrías confesar y reconocer tus transgresiones, y, sin embargo, no sentir un aborrecimiento del pecado; y si no resistes al pecado, en la fortaleza de Dios, si no lo abandonas, este supuesto arrepentimiento no sería sino el color dorado que luce la pintura decorativa; no se trata de la gracia que realmente transforma en el oro que soporta el fuego. Digo que podrían llegar a confesar sus faltas, y, sin embargo, no tener arrepentimiento.
Además, y entonces habré tocado el más lejano pensamiento que he de dar sobre este punto. Podrían hacer alguna obra digna del arrepentimiento, y sin embargo ser impenitentes. Déjenme darles una prueba de esto en un hecho autenticado por la inspiración.
Judas traicionó a su Señor, y después de haberlo hecho, un sobrecogedor sentido del enorme mal que había cometido se apoderó de él. Su culpa enterró toda esperanza de arrepentimiento, y en el abatimiento de la desesperación, mas no en el dolor de la verdadera compunción, confesó su pecado a los sumos sacerdotes, clamando: “Yo he pecado entregando sangre inocente.” Ellos le dijeron: “¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú!” Entonces arrojó las piezas de plata en el templo, para mostrar que no podía soportar cargar con el precio de la culpa; y las dejó allí. Salió, y, ¿fue salvo? No. “Salió, y fue y se ahorcó.”
Y aun entonces la venganza de Dios le siguió: pues cuando se colgó cayó desde la altura donde estaba suspendido, y quedó destrozado; se perdió y su alma pereció. Pueden ver lo que este hombre hizo. Él pecó, confesó su error, y devolvió el oro; sin embargo, después de eso, fue un réprobo. ¿Acaso no nos pone a temblar esto?
Pueden ver cuán posible es ser tan aproximadamente el remedo de un cristiano, que la propia sabiduría, si solamente fuera mortal, sería engañada.” – Charles Spurgeon

lunes, 29 de junio de 2009

LAS RIQUEZAS USUALMENTE SON UNA MALDICION

Estremecedora enseñanza de John Piper sobre el engaño de las riquezas......

RAIZ DE TODOS LOS MALES..............



El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad. Cuando aumentan los bienes, también aumentan los que los consumen. ¿Qué bien, pues, tendrá su dueño, sino verlos con sus ojos? Dulce es el sueño del trabajador, coma mucho, coma poco; pero al rico no le deja dormir la abundancia. Hay un mal doloroso que he visto debajo del sol: las riquezas guardadas por sus dueños para su mal; las cuales se pierden en malas ocupaciones, y a los hijos que engendraron, nada les queda en la mano. Como salió del vientre de su madre, desnudo, así vuelve, yéndose tal como vino; y nada tiene de su trabajo para llevar en su mano. Este también es un gran mal, que como vino, así haya de volver. ¿Y de qué le aprovechó trabajar en vano? Además de esto, todos los días de su vida comerá en tinieblas, con mucho afán y dolor y miseria. He aquí, pues, el bien que yo he visto: que lo bueno es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su trabajo con que se fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que Dios le ha dado; porque esta es su parte. Asimismo, a todo hombre a quien Dios da riquezas y bienes, y le da también facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce de su trabajo, esto es don de Dios. Porque no se acordará mucho de los días de su vida; pues Dios le llenará de alegría el corazón.

Eclesiastés 5: 13-20



1 En el principio creó él su propia iglesia rentando un lugar para algunas personas dejando atrás cualquier denominación y se declaró a sí mismo como pastor.


2 Y la iglesia estaba desordenada y vacía y algunas personas se acercaban a apoyarlo. Y aún ahí el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de ese lugar.


3 Y dijo el pastor: Juntemos una ofrenda para arreglar la iglesia; y se juntó la ofrenda.


4 Y vio el pastor que la ofrenda y la gente era buena y apoyaban sus ideas; y separó las ofrendas para la iglesia y otra para él.


5 Y llamó el pastor a las ofrendas donativos para no pagar impuestos y para sus gastos les llamó diezmos .Y fue la tarde y la mañana para pedir dinero.


6 Luego dijo el pastor: Haya expansión en medio de los congregantes y separó a la gente que le convenía de la gente que no tanto.


7 E hizo el pastor la expansión y separó la gente que estaba debajo de los doce años como niños y adolescentes y los que estaban sobre esas edades: reunión general, grupo de varones, de mujeres, de adultos solteros…Y fue así


8 Y llamó el pastor a la expansión “Mi iglesia”. Y fue la tarde y la mañana una reunión especial para atraer a más gente.


9 Dijo también el pastor: Júntense los que sepan tocar algún instrumento y los que canten descúbranse. Y fue así.


10 Y llamó el pastor a los que tocaban y cantaban “Mi grupo de alabanza” y a la demás gente: servidores. Y vio el pastor que era bueno y le convenía.


11 Después dijo el pastor: Produzca mi iglesia gente que venga a limpiar las instalaciones y lavar los baños, acomodar sillas y tener todo ordenado y limpio. Y fue así.


12 Produjo pues la iglesia gente de buen corazón para ayudar sin preguntar, gente que ayudaba sin esperar nada a cambio y que en su corazón sabía que lo que hacia valía la pena aun sin ser reconocidos. Y vio el pastor que para él era bueno y le convenía.


13 Y fue la tarde y la mañana de limpieza y arreglar las instalaciones cada quien poniendo de su bolsillo lo que había que pagar.


14 Dijo luego el pastor: Haya luz y sonido para las reuniones generales y para los eventos especiales, gente que sepa de sonido y que venga temprano antes de comenzar la reunión a preparar todo y que lo haga bien, comprometidos para poderles reclamar cuando no salgan bien las cosas


15 y darles órdenes como si les pagara un sueldo cuando nunca recibirán ni una moneda de mi parte, y así sirvan por años. Y fue así.


16 E hizo el pastor dos grandes equipos de líderes; los 12 líderes "importantes", amigos de él y los demás sublideres de células para que obedecieran sin tener un trato directo con ellos. Así se hicieron las "estrellas".


17 Y los puso el pastor en la expansión de su iglesia y les nombró “ministerios”


18 para señorear en cada área de servicio todo el tiempo tratando de opacar a otros fingiendo haber niveles de espiritualidad por algún cargo de liderazgo. Y vio el pastor que era bueno para el por que así controlaba mejor.


19 Y fue la tarde y la mañana de cursos sobre “liderazgo”.


20 Dijo el pastor: Produzca de la gente, más encargados de los niños, porque son muy inquietos y distraen a los padres de mi predica y a la hora de la ofrenda.


21 Y creó el pastor los grandes monstruos y traumas de la infancia, llenando a los niños de clases aburridas historias repetidas, los maestros sin preparación que solamente logran que de más grandes no quieran saber nada de eso. Y no vio el pastor que no era bueno.


22 Y el pastor felicitó a sus lideres diciendo: “Den fruto, multipliquen a los miembros en mi iglesia, tráiganme ofrendas y reportes de gente que este en rebeldía por no pensar como yo para convencerla o correrla. Y los líderes asentían con la cabeza.


23 Y fue la tarde y la mañana en una comida solo para sus doce líderes.


24 Luego dijo el pastor: Produzcan un CD de alabanza en vivo de nuestra congregación, una página en Internet, una editorial para mis libros y todo lo que se pueda para que vean que mi iglesia es punta de lanza y de las más bendecidas e increíbles. Y fue así.


25 E hizo congresos de jóvenes, mujeres, varones, música, líderes, publicó libros, CDS de música, vendía predicaciones, desayunos, seminarios, encuentros, preencuentros, reencuentros y post-encuentros. Y vio el pastor que para él era bueno.


26 Entonces el pastor dijo: “Hagamos a Dios a mi imagen y semejanza, conforme a mi forma de ser y todo lo que yo diga que es bueno o malo, aceptado o inaceptado, incluyendo música, televisión, cine, forma de vestir, forma de hablar, de llevar la reuniòn, etc., aun cuando no tenga bases bíblicas y solo sean simples caprichos míos se respetarán, y si no, serán juzgados de rebeldía y expulsados de mi iglesia, y así yo voy a señorear sobre todos los miembros de mi iglesia diciendo “Dios dice, Dios me dijo, Dios me hizo sentir”, cuando en realidad es lo que “yo digo, yo siento y yo quiero”


27 Y creó el pastor a Dios a su imagen y semejanza… y vio Dios que ESO NO ERA BUENO.

sábado, 27 de junio de 2009

EL AMOR: EL VINCULO PERFECTO. (En los postreros tiempos, el amor de muchos se enfriará)

Si yo hablara con gran elocuencia humana todos los idiomas del mundo, incluso con éxtasis angelical, pero NO AMO, no soy más que el chirrido de una puerta vieja. Si yo hablara de parte de Dios con poder, revelando todos susmisterios y aclarando sus planes secretos, y si tuviera una fe capaz de ordenarle a un monte: “salta”, y el monte saltase, pero NO AMO, no soy absolutamente NADA.Y si le diera a los pobres todo lo que tengo o, entregara mi cuerpo para ser quemado como un mártir o, me dedicara en cuerpo y alma a ayudar a los demás, pero NO AMO, de nada me sirve.El Amor nunca renuncia, es amable y paciente.El Amor cuida de los demás antes que de uno mismo.El Amor no envidia ni codicia lo que tiene el otro.El Amor no se cree más que nadie, ni tiene la cabeza hinchada de orgullo.El Amor no fuerza a otros a hacer lo que quiere; no es grosero ni actúa egoístamente.El Amor no se enoja por cualquier cosa, ni pierde los estribos.El Amor no guarda una lista de los pecados de los demás para recordárselo toda la vida; no es rencoroso ni vengativo.El Amor no se alegra cuando a otros les va mal.El Amor no aplaude a los que hacen el mal o cometen injusticias, sino que se alegra con los que hablan la verdad.El Amor todo lo cree, siempre confía en Dios, y busca lo mejor.El Amor no mira atrás sino que continúa hacia delante, hasta el final, sin rendirse.El AMOR es lo mas grande.

martes, 23 de junio de 2009

lunes, 22 de junio de 2009

LA PREDICACION DEL EVANGELIO

Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.
2 Tim 4:1-4
En estos tiempo peligrosos en los que vive la iglesia hoy es necesario volver a la predicación pura de la palabra de Dios. El apóstol San Pablo nos dio el siguiente reto:

Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado.Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
1 cor 2:1-4
Según este texto la predicación del evangelio debe tener los siguientes distintivos.
  1. No combinar el testimonio de Dios con elocuencia ni sabiduria humana.
  2. El predicador debe ser conciente de que el mensaje central es la cruz de Cristo.
  3. Reconocer la absoluta incapacidad humana en esta profesión de la predicación.
  4. La predicación pura de la Palabra de la cruz trae como consecuencia la manifestación del Espíritu Santo regenerando a los oyentes según su voluntad.

Estos tiempos actuales de apostasía se deben precisamente a eso; a la ligera predicación de la palabra de Dios. Se ha mezclado sin ningún discernimiento la sabiduría humana con el consejo de Dios haciendo completamente ineficaz el mensaje de la cruz (Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo. 1 Cor 1:17) teniendo como resultado multitudes que escuchan un evangelio diferente pero que no sufren ninguna transformación porque su fe está fundada en la sabiduria de los hombres y no en el poder de Dios.

EL SENCILLO EVANGELIO DE NUESTRA SALVACION

Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;